Música para soñar (Las Alpujarras granadinas): Trois roses blanches

Una montaña de carácter joven

Sierra Nevada forma parte de la joven Cordillera Penibética que empezó a elevarse en la Era Terciaria. El macizo montañoso está formado por un núcleo de materiales paleozoicos, sobre todo micacitas, poco duras, en las que no existen rastros de fósiles. En los picachos de Sierra Nevada, en la denominada Integral de los 3.000 (las cumbres que superan esta altura) predominan la lastra, esquistos o pizarras metamórficas, mientras las rocas que rodean este núcleo central reciben el nombre de launas.

Un cinturón de menor altura es el formado por los llamados calares, de rocas calizas triásicas y dolomías, cuyo ejemplo más notable lo representa el puntiagudo cerro del Trevenque (2.079 m.) ya en los niveles más inferiores se extienden los terrenos aluviales y arcillosos que han dado lugar a la rica vega de Granada.

Pero Sierra Nevada no está quieta. Tanto a lo ancho como a lo alto se esparce cada año 0,5 miímetros, según las mediciones de los científicos.

El sur de Sierra Nevada presenta suaves extensas lomas que bajan hacia las Alpujarras, mientras su parte más septentrional, que mira al Marquesado del Zenete, cae en escarpados y profundos tajos. Las cumbres más altas se ubican en la parte oeste, en la provincia de Granada, mientras al este, en Almería, el macizo montañoso desciende en forma gradual hasta el desierto de Tabernas.

Todo renace con cada deshielo

En verano cuando los deshilos han dejado desnuda la sierra y las más elevadas cumbres mudan su piso blanco por otro grisáceo, marrón o rojizo, decenas de botánicos se echan al monte para observar la mayor concentración de endémismos vegetales de Europa unos 80 y unas 2.100 especies distintas de plantas, variedad debida al clima, la altura y la cercanía del mar, que suaviza las temperaturas.

Los cinco pisos dela vegetación mediterránea tienen acomodo en Sierra Nevada. En el más alto, el crioromediterráneo, se aprecia mejor el valor de la flora endémica de esta montaña.

Allí crece por ejemplo , la Plantago nivalis o estrella de las nieves, símbolo del mazcizo, una flor rastreraque apenas levanta sus pétalos cinco centímetros del suelo. Se trata de un paleoendemismo que busca la humedad de los borreguiles, esponjosas y verdes masas de pastizal que crecen con los deshilos de la primavera, que recibe este nombre porque allí acuden a pastar rebaños de vacas y ovejas.

Su característica forma, sus pelos en las hojas y el color blanco que adopta la han convertido en el emblema alpino. Crece entre los 2.400 y los 3.000 m. de altidtud al igual que la manzanilla real, otra planta característica de la montaña nevadense, amenazada por los pastores de la zona y por la cabaña de cabra montés.

Sierra Nevada atesora otras luminosas flores como la violeta, la aguileña o el alfilerillo. Sus impactantes colores contrastan con el paisaje monocromático de este frío desierto.

Varias paradas antes de adentrarse en el parque

Desde las altas cumbres descendiendo a la vega de Granada el río Genil deja atrás un conjunto de pintorescos pueblos que son la antesala del Parque Natural, todos poseen aroma árabe, pues crecieron al amparo de Granada en el primer milenio.

Güejar-Sierra, es el más atractivo de la comarca, entre sus hijos adoptivos cuenta con la figura del duque San Pedro galatino, Grande de España un lúcido empresario que aprovechó las potencialidades de la sierra en las primeras dos décadas de este siglo. Construyó los hoteles Alhambra Palace, y Sierra Nevada, promocionó la sociedad que creó el tranvía de montaña en el año 1925.

Güejar-Sierra lo recuerda cerca de la hermosa calle del Moral. cintas, helechos o clavelinas adornan las callles de un pueblo que cuenta tambiém con una gran riqueza horto-frutícola, cerezas, ciruelas, nísperos, habas y patatas son algunas de las variedades cultivadas.

La Iglesia del Rosario de ladrillo visto y con un interesante esgrafiado en su fachada, está ubicada en una plaza donde, para no desentonar los contenedores de basura se esconden en cabañas de madera.

La carretera del pantano de Canales, que abastece de agua a la capital granadina, se abre al viajero desde Pinos Genil, por cuyas proximidades baja el río Aguas Balncas muy cerca de allí están Dúdar y Quéntar, cuya arquitectura popular recuerda a los núcleos rurales de la Alpujarra Alta.

El recorrido se cierra con Cenes de la Vega, Monachil y Huñetor-Vega, localidades que cada día sirven más como pueblos dormitorio de la cosmopolita ciudad de Granada.

El centro de información de El Dornajo junto a la carretera GR-420 establece el comienzo al Parque Natural.

Entre cumbres nevadas

El ascenso al Veleta o el Mulhacén se recomienda en época de desdhielo.

El camino a pie se inicia por la carretera más alta de Europa que sube hasta el monolito geodésico que marca los 3.398 m. de altua .

Desde el Veleta se parecia el rastro de las glaciaciones en las lagunas que rodean los crestones y collados. El Tajo de la virgen termina en las lagunillas de igual nombre, cerca de allí se hallan el radiotelescopio el el observatorio astronómico.

Mirando al este, un suave carril lleva al pasillo formado por el Cerro de los Machos, lugar de paso de la cabra montés al finalizar la primavera.

La laguna del río Seco está al lado del desaparecido refugio de Félix Méndez.

Pasada la bella Laguna de la Caldera el montañero prefiere bordear las lomas del Mulhacén para acometer el ascenso. La extraordinaria vista con el barranco de Poqueira a los pies, permite retomar fuerzas antes de coronar la cima.

El recóndito reino de los moriscos

Las Alpujarras cuyo significado más problable es el de "colina de hierba" según un poeta árabe del siglo X.

En la Tahá de Andarax, entre las poblaciones almerienses de Laujar y Fondón, Boabdil encontró su exilio en 1492. Los Reyes Católicos ya habían entrado en Granada y completado la Reconquista.

Muerta Isabel la Católica, Fernando V de Argón dictó Pragmáticas que reprimían la forma de vida de los moriscos-(musulmanes convertidos al catolicismo)- que poblaban la Alpujarra.

Aquella tensión estalló en Navidad de 1568, cuando Don Fernando de Córdoba y Válor, de antepasados musulmanes, se sublevó. Bajo el nombre árabe de Aben-Humeya, el autoproclamado Rey de la Alpujarra tuvo en jaque a las tropas de Felipe II.

Durante dos años combatieron a sangre y fuego hasta que Juan de Austria, hermanastro del monarca espalol, sofocó la revelión. los moriscos fueron expulsados a África y la repoblación se hizo con dóciles ciudadnos de Jaén, Castilla-La Manca y Galicia.

Desde El Suspiro, Paraje de vegetación almohadilla y rastrera, las Lomas de Padul ponen fina al área protegida del Parque Natural. Allí se levanta el pico Silleta con 1.524 m. de altitud, a medio camino entre loas históricas localidades de Dílar y Padul.

Muy cerca se halla el puerto del Suspiro del Moro, donde la leyenda sitúa la última mirada de Boabdil a Granada.

Vencido por los critianos, dicen que fue aquí donde, ante el llanto del rey moro, su madre le habría dicho el famoso:"No llores como mujer lo que no has sabido defender como hombre". Coronado por un complejo de descanso, elpuerto a 860 m. de altitud, presenta una hermosa vista de la vega, la ciudad y la sierra.

Descendiendo hacia Motril se pasa por bellos pueblos como Cozvíjar, Dúrcal o Lecrín a los pies de la carretera. El pantano de Béznar refresca pueblos como Pinillos del Valle, colgado de una ladera en la Sierra de Guajares, o la localidad de Réstabal

Lanjarón, la villa del agua

Lanchar, lugar de muchos charcos.

Así llamaron los árabes a Lanjarón, puerta de entrada a la Alpujarra granadina.

A lo largo de los siglos, esta villa de casas balncas ha crecido rodeada de agua, y en ella sustenta hoy su pincipal riqueza.

Un paseo sosegado por la avenida muestra cómo en torno a un rico Balneario han ido creciendo numerosos hoteles que ahora acogen a una clientela con acahques de salud o interesada en mantenerla con tratamientos hidroterápios.

La planta de embotellado de aguas de Lanjarón es otra importante fuente de ingresos de esta localidad que veve del turismo.

La iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, del siglo XVI, acoge uno de los retablos barrocos más artísticos de la provincia de Granada.

Siendo Lanjarón lugar de paso no es de extrañar que su fortaleza desempeñara importante función de vigilancia. De época musulmana "El castillo de los moros" , como se denomina popularmente, está en plena restauración.

La Atalaya dominaba en los siglos XII y XIII los caminos de entrada ala Alpujarra y aquellos que donducían a la costa desde Granada.

En el Balneario, Lanjarón tiene cinco manantiales, cuatro de ellos para la cura en bebida y el otro para bañoterapia.

La fuente de Capuchinas, la más antigua, data del año 1765. Su agua hipersalina está indicada para afecciones del aparato digestivo.

Las de Capilla y San Vicente alivian las anemias, las diabetes o los problemas de obesidad.

El agua de la fuente Salud II es muy digestiva.

Las fuentes están abiertas todo el año. El Balneario cierra de diciembre a marzo.

Vértigo en el barranco de Poqueira

Tres pueblos del barranco de Poqueira condensan el singular encanto de la Alpujarra granadina:Pampaneira, Bubión y Capileira.

Sus antiguos pobladores estudiaron a conciencia el terreno y aunque no lo parezca, todo tiene un orden. Las calles de alta pendiente conducen a casas con techos o "terraos" construidos con launas, que sirven a su vez de soporte a chimeneas, dos lajas de piedra coronan las chimeneas y hacen las veces de cortahumos.

Un letrero da la bienvenida al visitante "Viajero, quédate con nosotros". Esa amabilidad tiene mucho que ver con el hecho de que Pampaneira sea el núcleo más turístico de la zona. La Alpujarra siempre ha sido lugar de acogida.

No es de extrañar que practicantes budistas encontraran entre los términos municipales de Soportíjar y Pampaneira en la carretera de ascenso al Poqueira, el sitio idóneo para levantar su centro de retiro.

En Pampaneira, quizás la localidad que mantiene menos alterado su urbanismo, colgada en la umbría, dando la espalda al sol de la mañana, la localidad mantiene una inusual comunión con el agua y la vegetación, por todos lados surgen coquetas fuentes con evocadores nombres, acequias y canales atraviesan el pueblo al lado de casas de donde cuelgas macetas de plantas siempres frondosas.

Bubión y Capileira, son también los dos pueblos más visitados del contorno, los convierte en atalayas de obligada visita.

En Capileira nace una carretera,cortada en invierno por la niee, que llleva hasta el mismo Veleta y de ahí baja a Granada. para transitarla es necesario acudir al centro de información deal Parque Natural en Pampaneira.

Órgiva

Se sabe que los romanos la poblaron y recibió el nombre de Uryuba.

Los reyes Isabel y Fernando la recibieron tras la capitulación de El Zagal, en 1489, luego la reconquistó Boabdil, que permaneció en ella hasta que huyó a África en 1493. Los reyes Católicos establecieron aquí un señorío ocupado por Don Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán. Destruidas sus mezquitas y reconvertidas en iglesisas, la herencia islámica de la localidad puede rastrearse en sus trazado.

Órgiva es hoy centro comercial y administrativo.

Encajonada entre la sierra de Lújar y las lomas meridionales de Sierra Nevada, esta población de 5.600 habitantes no ha perdido el embrujo que tuvo en el siglo XIX cuando era paso obligado hacia la costa tropical granadina. En este cruce de caminos, ubicado en el valle del río Guadalfeo, se eleva una iglesia del siglo XIV co dos trorres gemelas donde se venera a la Virgen de la Expectación. En la fuente de la plaza se halla una cruz labrada a mano.

Órgiva también posee un palacio de sobrio porte llamando de los Condes de Sástago

De Pitres a Trevélez, cerca del cielo

Entre las sierra de Gádor, la Contraviesa y Lújar se acomodan como colgados del cielo, los pueblos de la Alpujarra Alta.

Pitres está ubicado en la solana, uno de los márgenes que ofrece la carretera alta de la comarca. En esa ruta que nace de la localidad de Carataunas y muere en Bérchules, el viajero percibe las diferencias de paisaje con sólo asomarse a sus pueblo.

Pórtugos se ubica en las faldas de la gran cumbre del Mulhacén y su origen es tan incierto como atractivo su trazado andalusí. Pasear por sus calles evoca el pasado esplendor, cuando el poblado llevaba por nombre Portus y pertenecía a la Tahá de Ferreira. Este "lugar de paso" como lo denominaron los viajeros románicos del XIX, es ahora uno de los principales núcleos productores de miel de la comarca.

Muy cerca de Pórtugos se halla lamisteriosa Fuente Agria, de donde mana por cinco caños un agua rica en hierro. En la explanada de al lado, cada domingo sae monta un mercadillo con productos tan variados como perfúmenes elaborados con plantas aromáticas o collares y pulseras repujados en cuero.

Un camino poblado de castañares, moreras, encinas y alcornoques acompañ al viajero hasta Trevélez, uno de los pueblos más altos de España, ubicado a 1.476 m. sobre el nivel del mar. Esta localidad de la ladera sur del Mulhacen conserva una inscipción mozárabe muy antigua, fechada en el siglo IX.

Desde Trevélez se lllega a la bella localidad de Busquístar, un pueblo bien conservado. Merecen también una visita las localidades de Válor y Yegen: en esta última se mantiene en pie la casa donde vivió el hispanista Gerald Brenan en la dédada de los veinte.

Alpujarra Almeriense

El Puerto de la Ragua marca los límites provinciales provinciales de Granada-Almería, además de dividir en dos el macizo.

A 2.000m. de altitud, es la entrada norte al Parque Natural y una de sus puertas más desconocidas.

En la parte septentrional queda el Marquesado del Zenete y al sur, las Alpujarras.

La carretera de ascenso ha sido acondicionada. El Puerto de la Ragua, que cuenta con un centro de información y refugio con restaurante y alojamientos es el marco ideal para la práctica de esquí de fondo en época invernal.

Varias rutas señalizadas completan un circuito de dieciséis km
que recorre un paisaje abrupto con miradores hacia las llanuras del Zenete o el mar Mediterráneo. Además es idóneo para el ciclismo de montaña y el montañismo.

Neveros, en busca del frío

Desde el siglo XVI, vecinos de poblaciones cercanas a la sierra de Gádor, en Almería o Sierra Nevada en Granada, ascendían en verano para hacer acopio de hielo, que luego era utilizado como remedio terapéutico o medida refrescante.

Aquellos hombres que subían a lomos de bestias fueron bautizados como neveros.

Su trabajo desapareció a mediados de este siglo, con los primeros frigoríficos industriales.

Los neveros partían de Huétor-Vega o Monachil y subían en unas ocho horas a los ventisqueros más próximos al Veleta.

Con azadas extraían el hielo y lo cargaban en las bestias para iniciar el descenso

Donde el silencio invade una tierra fértil

El aspecto de los pueblos de la Alpujarra almeriense es similar al de los pueblos granadinos, las temperaturas son más suaves y templadas al encontrarse más lejos de la sierra.

Catorce pilares refrescan Laujar de Adarax, capital de la comarca. Estas fuentes públicas, ergidas en los siglos XVII y XVIII, son el símbolo urbano de la localidad. La población se halla asentada a 921 m. de altitud sobre lomas llenas de pinos y encinas , abrigada por las montañas del Sol y del Aire.

Con poco más de 2.000 habitantes, posee una pujante industria vinícola. Pero Laujar es, además es una ciudad monumental.

La iglesia de la Encarnación encierra un retablo barroco de gran belleza y originales pinturas realizadas en cobre.

Varias casas-palacio embellecen la ciudad, fueron construidas por una acaudalada burgesía del XVIII, que acumuló grandes extensiones de tierra.

Laujar está rodeada de parajes muy atractivos, entre ellos el más cercano es el Nacimiento, zona con saltos de agua que forman parte de la cuenca más alta del Andarax.

Kilómetros arriba el río mítico de la Alpujarra Allmeriense es alimentados cpor caudales que se precipitan por los barrancos de Horcajo, Palomarm Majadhonda o la Rambla del Aguadero.

A partir de Laujar de Andarax se pueden emprender excursiones a Monterrey o el Cerrillo, zonas de donde se divisan los picos más altos de la Sierra Nevada almeriense, como el Cerro de la Almirez con2.512 m. El Buitre con 2.467 m.

Artesanía de altura

Las Alpujarras están salpicadas de negocios, en su mayoría familiares, donde todavía se sigue elaborando la artesanía de antaño. los sectores que se mantienen hoy en día más vivos son la espartería y la cestería en Lanjarón;forja de aperos de labranza, rejas y cacharrería en Ugijar y Laroles;cerámica en Pampanerira, Pitres, Cádiar, Lanjarón y bubión; y la confección de tejidos en Capileira, Pampaneira y Ugíjar. Las jarapas, alfombras elaboradas con lana de originales colores y formas geométricas, constituyen lo más destacado de la tradición textil y el producto de mayor reclamo por parte de los visitantes. Pero también han esmerado las alujarreñas en confeccionar cortinas y visillos. La cerámica constituye otra importante fuente de ingresos. Los alfereros plaman en el barro formas y colores tradicionales.

Paisaje de estrellas

El obsevatorio astronómico de Calar Alto se alza en Gergal, un municipio con muchos días claros al año.

Ubicada al noreste de Sierra Nevada y alejada del Parque Natural, la Sierra de los Filabres de alturas medias, se alza desde el valle del río Nacimiento, poblado por localidades como Abla, Doña María y Ocaña, en esta última se halla el Peñon de la Encantá roca esculpida por la erosiñon de los agentes meteorológicos.

En Gergal empieza el paisaje más desértico de la Península y se levanta el Obsevatorio astronómico de Calar Alto.

Esta sierra es la zona del sur de España con mayor cantidad de días claros al año.

El pasillo natural hacia el desértico paisaje de Tabernas está sembrado de bosques, ríos trucheros y parajes de mil colores.

Marquesado del Zenete

Entre las hoyas de Guadix y Baza y a más de mil metros sobre el nivel de mar se alza la altiplanicie del Zenete, la vertiente septentrinal de Sierra Nevada.

A la sombra del Monte del Sol se esparce el Sened, primitivo nombre árabe de la comarca del Marquesado del Zenete, se alzan poblaciones como Jerez del Marquesado, Lacalahorra, Aldeire o Ferreira.

El Marquesado queda en la umbría de la sierra y ello le confiere un clima áspero, vientos cortantes en la épocas más frías del año. Pero en el estío, las noches son apacibles, serenas y frescas.

Se puede acceder por la carretera N.324 en dirección Almería, si se viaja desde el norte. En un paisaje llano destaca a lo lejos la silueta del castillo de Lacalahorra, sobre un promontorio.

Esta fortaleza-palacio de gruesas paredes de piedra, fue el último castillo construido en España por un mecenas del Renacimiento Italiano. En los sótanos aún se conservan los calabozos donde fueron encerrados los moriscos antes de ser trasladados a la cancillería de Granada.

Alquife fue famosa por sus minas de hierro, ahora abandonadas. Lanterira y Aldeire son privilegiadas atalayas colgadas de la escarpada serranía, mientras que ferreira posee un bello paseo hacia la ermita de la Virgen de la Cabeza, donde el último domingo de abril se celebra una multitudinaria nomería.

Jerez del Marquesado es la capital del Sened. De los arriates de sus casas nacen largas parras que ofrecen acogedoras sombras en verano. Las puertas son pequeñas y las ventanas minúsculas, encaladas cada año por una vecindad que tiene en el campo y la ganadería su principal sustento económico.

El barranco de Jerez, repleto de castañares es una de las subidas al Picón de Jerez de 3.088 m de altitud. La ciudad es famosa tambien por su iglesia del siglo XVI de portada morisca.

Terrazas agrícolas

La diferencia entre las dos Alpujarras viene escrita por la fertilidad de las tierras.

Antes de que las colas del desierto de Tabernas entre por Alhama de Almería, Alicún o Alhabia, el profundo valle que forma la sierra de Gádor con las últimas estrivaciones del macizo nevadiense está serpenteado por el río Andarax.

Esta cuenca recoge los rápidos que bajan de las montañas más cercanas. Pueblos como Laujar, Almócita o Canjáyar están rodeados por paisajes de paratas o balates, terrazas allanadas en la montaña para el cultivo de productos de huerta.

Estos bancales repartidos en minifundios siguen siendo una de las fuentes de ingresos de la zona. Aquí se cultiva la patata, el maíz ,el tomate, el pimiento además grandes lomas para cultivos extensivos. La parra, árbol mitológico, ofrece una variedad de uva (ohanes), un fruto de piel gruesa que aguanta bien el paso de los días, la producción de naranjas ha promocionado la comarca en los últimos años.

Música para soñar (Las Alpujarras granadinas)

sábado, 24 de abril de 2010

Trois roses blanches

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Artesanía de altura

Paisaje de estrellas

Comida Alpujarreña

Marquesado del Zenete